Las ligas y torneos deportivos profesionales de la República Dominicana enfrentan un panorama difícil para el resto del 2020 con el considerable aumento de los casos de Covid–19 en las últimas semanas.
El domingo, los 1,418 casos nuevos que reportó el gobierno se convirtieron en un nuevo récord de infectados en un período de 24 horas, y ya organizaciones como el Colegio Médico Dominicano han pedido al gobierno que fortalezca las medidas de control para evitar la propagación de la enfermedad.
Ese auge del coronavirus provocó que el Comité Olímpico Dominicano sugiriera a las federaciones deportivas que obviaran la apertura de los entrenamientos el pasado 8 de julio y mantuvieran sus instalaciones cerradas, especialmente aquellas disciplinas que tienen atletas clasificados o con posibilidades de clasificar a los Juegos Olímpicos de 2021.
Tony Mesa, director técnico del ministerio de deportes, manifestó que los eventos deportivos debían pensar en suspender sus actividades por este año.
Ya el presidente de la Federación Dominicana de Gimnasia, Edwin Rodríguez, dijo que aplazarían por lo menos hasta agosto el inicio de sus actividades y las demás federaciones no han comenzado sus entrenamientos.
En cuanto al deporte profesional, la liga de béisbol profesional tiene fecha del 30 de octubre para iniciar el torneo. Todavía hay tiempo suficiente para esperar un descenso considerable de la enfermedad, pero en los meses recientes el crecimiento en el número de los casos ha incrementado de manera consistente.
En el baloncesto la situación es aún más complicada y Milton Díaz, tesorero del torneo superior del Distrito Nacional y presidente del Club San Lázaro, declaró que no era rentable para ellos terminar el evento sin público y tampoco sabía si tendrían una fecha disponible para completar el torneo si pasaba el mes de agosto sin poder jugar.
Ante el crecimiento acelerado del coronavirus en la República Dominicana, en donde más 40,000 personas han resultado positivas, existe la probabilidad de que las autoridades del deporte de alto rendimiento y profesional tengan que replantear sus aperturas en el 2020 ante la crisis sanitaria y económica que vive el país.